Los primeros dos años,
la mitad de la gestión del presidente Danilo Medina, ha generado un balance
positivo en el sector agropecuario y la vida rural, aunque con algunas metas insatisfechas,
en gran medida por la desesperanza y graves problemas financieros encontrados.
El apoyo y las acciones
del gobierno hacia este sector, lo ejecutan el Ministerio de Agricultura, Banco
Agrícola, Instituto Agrario Dominicano
(IAD), Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), Instituto
Nacional de Estabilización de Precios (INESPRE) e Instituto Nacional de
Recursos Hidráulico (INDRHI).
Estas instituciones,
una más que otras, han efectuado cambios de enfoque y de ejecutorias, para
apoyar el mejoramiento de las condiciones de vida de los productores y la vida
rural, otorgando prioridad a la creación de empleos productivos, aumento de la
producción, el ingreso y por consiguiente de la seguridad alimentaria.
Las frecuentes y ya rutinarias
visitas del Presidente a comunidades campesinas, indica que no se trata de una
pose para convencer a quienes hacen opinión y generan ruido en los medios de
comunicación, si no un estilo propio de gobernar, conociendo y escuchando la
realidad, buscando soluciones compartidas.
Este estilo ha restaurado
la confianza y el ánimo de los productores, permitiéndoles pasar de un estado
predominantemente pesimista, de estancamiento generalizado en casi todos los
renglones, a una situación con una visión positiva, donde ha resurgido el interés
en trabajar e invertir en el campo.
De hecho, el campo está
recuperando la confianza y la esperanza, motivando a que muchas personas y
empresas empiecen a evaluar actividades o renglones como opciones para realizar
inversiones, una señal de buenas perspectivas.
A la llegada de este
gobierno, el campo y la producción agroalimentaria, estaban prácticamente
paralizados, en incertidumbre y lleno de desesperanza, situación que felizmente
ha cambiado progresivamente. Actualmente se percibe una renovación de la
confianza y en el campo hay mayor entusiasmo.
Esto lo confirma con el
crecimiento registrado por el sector, de aproximadamente 8.3 % durante el 2013
respecto al 2012; realización de nuevas inversiones, especialmente en tecnología,
agroempacadoras, proyectos de agroexportación y el retorno de familias a la
zona rural.
Las visitas sorpresas
del Presidente Medina a grupos de pequeños productores y productoras, incluyendo
cooperativas de mujeres y organizaciones rurales, facilitándoles prestamos para
capital de trabajo, compra de equipos y fomentar exportaciones, han dinamizado
comunidades y actividades productivas.
Asimismo, en materia de
financiamiento al sector agropecuario, la producción agroalimentaria y la vida
rural, indudablemente que ha habido importantes avances, expresados en la canalización
de una mayor cantidad de recursos, principalmente de fuentes oficiales al campo.
Estos recursos fueron canalizados
mediante apoyo del Ministerio de Agricultura RD$8,500 millones; Préstamos del Banco
Agrícola por RD$14,000 millones; Prestamos del Banco de Reservas por RD$2,000
millones, prestamos del Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) a
pequeños productoras por RD$3,500 millones y RD$4,000 millones de encaje legal liberado
de la banca privada.
Esto suma RD$32,000
millones colocados en el sector durante el año 2013, un 72.3 % de la meta
establecida por el gobierno, según las informaciones del Ministerio de
Agricultura. La meta era colocar mil millones de dólares anuales, que a la tasa
oficial del Banco Central, de 43 pesos por dólar. No se logro la meta pero se
avanzo bastante.
A su llegada al poder
el gobierno, dijo que agregaría cinco millones de metros cuadrados en
construcción de invernadero, para completar 12 millones de metros al 2016. En
los dos primeros años, se han levantado aproximadamente 1.8 millones de metros,
equivalente a un 72 % de la mitad y un 36 % de la meta.
Cumplir la meta de los
invernaderos, requiere que el gobierno acelere el paso y fortalezca los
mecanismos de financiamiento, creando condiciones para que la banca privada aumente
su participacion otorgando más prestamos y facilitando la importación de
tecnología, equipos, materiales e insumos usados en esta producción.
En los cultivos bajo
ambiente protegido o invernaderos, ha habido notables avances, evidenciando que
esta nueva agricultura tiene mucho futuro, porque cuenta con mercado, se puede
hacer todo el año, produce buenos rendimientos, calidad e inocuidad. Sin
embargo demanda alta inversión por metro cuadrado, limitando el acceso de
agricultores con pocos recursos económicos.
En este contexto, los
cultivos en invernaderos se pueden masificar con políticas públicas que ataquen
las limitaciones: creación de fondos especializados para programas de
financiamiento, aplicación de arancel cero a todos los materiales, insumos y
tecnologías usadas en esta producción, promover su consumo interno y apoyar la
exportación, buscando, ampliando y consolidando mercados.
En este sentido, el
gobierno debería rediseñar su política de comercio exterior, para redirigirla a
impulsar las agroexportaciones, que si bien han registrado aumento, todavía no
alcanzan los niveles deseados, tomando en cuenta la capacidad y potencial del
país en renglones agrícolas como banano, cacao, piña, aguacate, mango y otros.
Un aspecto indirectamente
relacionado con el sector agropecuario, es el concerniente al poco apoyo del
servicio consular y diplomático al comercio exterior de los productos
agroalimentarios dominicanos, lo que ha limitado acceder a nuevos mercados y a
penas mantener otros, requiriéndose de un cuerpo especializado y enfocado hacer
mayores esfuerzos en aumentar las agroexportaciones.
La apertura definitiva
del Merca Santo Domingo, el principal de los Mercados Dominicanos de Abasto
Agropecuario (MERCADOM), constituye un paso de avance hacia la modernización,
transformación y transparentizacion del sistema de agrocomercialización, dotándolo
de infraestructuras adecuadas, limpias y seguras, diseñadas especialmente para
manejar los agroalimentos.
Así que el presidente Medina, a
pesar de que no se le conocía vocación a favor de la agropecuaria y el campo,
ha demostrado compromiso e identidad sincera con la gente que produce, trabaja,
aporta y contribuye al desarrollo nacional desde la vida rural. En
consecuencia, en los dos primeros años
de su gestión, ha pasado con buenas notas la lección.